viernes, 20 de octubre de 2017

Paolo Uccello, 1397 - 1475



La primera noticia documental que se tiene de Paolo Uccello es de 1412 y lo sitúa en el taller de Ghiberti, donde debió de formarse, aunque no consta que fuera escultor. 

Fue un pintor cuatrocentista y matemático italiano que destacó por su obra pionera en la perspectiva visual en el arte. 

Su primera obra maestra corresponde al año 1436: el enorme fresco para la catedral de Florencia en el que representó al condotiero Giovanni Acuto; la figura del condotiero a caballo es poderosa y está bien definida, pero lo que da la medida de su genio es el escorzo del cofre situado sobre una ménsula. En este escorzo se advierte ya la fascinación que sentía Uccello por la perspectiva, que es de hecho el rasgo esencial de su obra pictórica, lo que da a sus realizaciones una singular originalidad e incluso algunas notas de excentricidad por los extremos a los que llevó los efectos de profundidad. Vasari lo presenta como un fanático de la perspectiva, a la que consideraba su «amante más dulce». 

A Uccello se le atribuyen también numerosas obras al fresco en diversas ciudades italianas; las mejor documentadas de todas ellas son las escenas del Antiguo Testamento para el Claustro Verde de Santa Maria Novella (Florencia), en la actualidad muy deterioradas. Según Vasari, su amor a los animales, en particular a los pájaros, le valió el sobrenombre con el que se le conoce. 


Presentación de la Virgen en el templo


Paolo trabajó en la tradición gótica tardía, y enfatizaba el color y el boato más que el realismo clásico que otros artistas estaban promoviendo. Su estilo se describe mejor como idiosincrásico, y no dejó ninguna escuela de seguidores. 






 La obsesión por la perspectiva





Dos ángeles y diablos dos, 1469 











Una joven en 1464






































No hay comentarios: